Una falta corriente del apetito, causada por un menor índice de crecimiento, es muy frecuente en los niños entre 1 y 8 años de edad. Los problemas de alimentación pueden surgir si la persona que cuida del niño intenta obligarle a que coma o muestra demasiada preocupación por el apetito del pequeño o por sus hábitos alimentarios. Mientras los padres obligan y amenazan, los niños con problemas de alimentación son capaces de permanecer sentados en la mesa con la comida en la boca. Algunos niños pueden vomitar como respuesta a los intentos de los padres de forzarles a comer.
Se debe de tratar, disminuyendo la tensión y las emociones negativas que rodean las horas de la comida. Pueden evitarse las escenas emocionales colocando la comida frente al niño y retirándola al cabo de 15 o 20 minutos sin hacer comentario alguno. Al niño se le debe permitir que coma lo que desee a la hora que le corresponde, pero es necesario prohibirle “picar” entre comidas. Con esta técnica, se recupera rápidamente el equilibrio entre el apetito, la cantidad de alimentos que se ingiere y las necesidades nutricionales.También se puede servir en el plato más grande la misma cantidad de comida a modo que perciba poca comida dentro de su plato.
Otra forma de tratarlo es la motivacion de que él mismo ponga la mesa,se sirva, que decida y tenga autonomía sobre sus gustos alimenticios.
